El Jáncano es un gigantesco cíclope, de aspecto horrible, antropófago y de malas intenciones, con un único ojo en el centro de su frente que le dota de una vista prodigiosa y panorámica de varias leguas a la redonda desde la altura que le proporciona su estatura.
Vive en cuevas de los montes hurdanos junto a, la que se supone, su mujer la Jáncara dedicándose a pastorear cabras y ovejas. Posee un cuerpo muy peludo y suele vestir con las pieles de sus víctimas, tanto animales como personas.
Esta leyenda es la versión hurdana del mito del cíclope presente en muchas culturas indoeuropeas y peninsulares, reproduciendo con ligeras variantes la aventura de Ulises y Polifemo en la Odisea de Homero, protagonizada por un pastor que logra huir del monstruo cegándole su único ojo y haciéndole despeñarse tras salir de la cueva donde estaba prisionero, oculto bajo una piel de cabra.